miércoles, 6 de septiembre de 2006

Castellano rico, rico

El castellano tiene muchos años de historia. Es una lengua romance que procede del latín vulgar. Se considera lengua materna para más de 330 millones de personas, es decir, la segunda con más hablantes nativos después del chino mandarín. Si se tiene en cuenta a aquéllos que la hablan como segundo idioma la cifra se eleva hasta los más de 450 millones de personas. Una barbaridad, ¿verdad? Qué maravilla.

Todo eso hace que el español sea un idioma vasto, inmensamente rico. Aunque no sé si se está empobreciendo, en ocasiones tengo esa sensación, por el uso que a veces hacemos consciente o inconscientemente. Este artículo no pretende nada, simplemente transmitir mi querencia por esta lengua a la que damos demasiadas patadas cada día y pulsar la opinión de los que quieran expresarse libremente.

Internet y los mensajes cortos de telefonía móvil creo que han aumentado las faltas de ortografía. No me refiero a los ‘xq’, ‘q’, ‘x’…entre otros, que eso los hemos usado todos en los apuntes y no pasa nada. Otra cosa es extrapolar eso a la escritura diaria, a los anuncios publicitarios que ven millones de personas, como son esos niños que han de aprender a escribir y que ya no saben si hablar se escribe así o sin ‘h’, esa mudita que está sin estar. La fuerza de la publicidad, tan genial como traicionera.

Es complicado esto del idioma. Son muchas las cosas (vaya palabra más…amplia y simple) que se me vienen a la cabeza y que tienen su parte positiva y negativa. Pero últimamente estamos viendo barbaridades, por querer hacerle un guiño a la modernidad una entidad bancaria no se publicita con su nombre sino con su denominación “moderna”: Lkixa… Por cierto, que publicitar no existe aún, a pesar de que me gusta mucho, pero se incorporará en breve a nuestro vocabulario con todas las de la ley, como manda la RAE, vaya.

No hay que ser puristas, ni excesivamente conservadores, pero existe una gramática que debe ser respetada, de lo contrario la lengua desaparecería convirtiéndose en algo incomprensible. Tan malo es no querer aceptar palabras nuevas como acogerlas todas, aun teniendo ya términos en español más acordes con lo que se quiere expresar. Pero eso también forma parte de la globalización.

Como periodistas tenemos que cuidar más el lenguaje, aunque las prisas ya se sabe que son traicioneras. Por cierto, que he leído por ahí que 2043 será el último año de la prensa escrita. Ya están dando la voz de alarma porque son muchos los que prefieren leer (y ver) el periódico por Internet. Espero que esa fecha sea más lejana para no verlo. Ambas cosas pueden convivir perfectamente. No me importa leer un periódico por Internet pero la sensación no es, ni mucho menos, la misma. Eso es opinión personal, Como todas las de este blog.

Sed felices…

1 comentario:

Anónimo dijo...

EL PODER DE LA PALABRA ES IMPREDECIBLE.

Ya se sabe, es cierto que una imagen puede valer más que mil palabras, pero los textos escritos son los que nos dan fe de la historia, y quedan ahí de por vida. Lo que se dice vuela (telediario, radio), los textos que aparecen en internet, cierto, están actualizados cada 10 minutos...pero también vuelan.

A los amantes del periodismo nos gusta la letra, el papel impreso, el lleno que te deja esa noticia, la satisfacción de que te lean y de leer a un compañero...la calle, ¿verdad Ro?. Somos canallas de verdad.

Los textos escritos dan fe del paso del tiempo, de nuestros antepasados, de cómo éramos y de cómo somos...y de continuar así, desgraciadamente, de cómo vamos a ser.

Cierto, el lenguaje está vivo, y por ello hay que dejar que evolucione, que se desarrolle, que cambie...pero no creo que esto tenga que suceder a cualquier precio. Las reglas de la lengua (ya sean gramaticales, ortográficas, léxicas…) están ahí precisamente para que no se convierta todo en un caos. Es la RAE la encargada de decidir si un nuevo término (bien por nueva asignación a un elemento que no existía antes, bien porque se incorpore a nuestra lengua una palabra de otro idioma o bien porque en la jerga popular es tan usual que se puede aceptar como uso correcto); debe o no incluirse en nuestro diccionario. Y son ellos quienes deben velar por la riqueza de nuestra lengua.

Cierto que nadie habla ya en latín, o en griego (jaja, bueno, salvando excepciones), pero, ¿por qué se ha de hablar en términos ingleses cuando tenemos un vocabulario mucho más rico que ellos que no utilizamos?. ¿Por qué hemos de alargar palabras o inventar verbos extraídos de sustantivos o dar mal uso a algunos términos cuando la riqueza léxica en la lengua española es tal que disponemos de cientos de sinónimos para designar a las cosas?

No soy una radical de la lengua, como algunos ya me han tildado, pero he de decir que velo por los intereses de mi lengua, y sí, también debemos existir los conservadores de la lengua, porque sin nosotros no habría equilibrio.

Recibo una veintena de mensajes en el móvil a la semana que me dan dolor de cabeza, algunos ni los entiendo...en fin, tenemos en manos de ese 30% del alumnado que abandona los estudios en España antes de terminar la educación obligatoria el futuro de nuestra lengua.

En sus manos está esa 'e' del verbo haber sin h. Esa 'yave' con y por ahorrar un caracter en el móvil...luego viene baso, ospital y un largo etc.

No vamos a arreglar el mundo.
Tampoco lo pretendo.
Esto no tiene solución.

Un beso a todos
Garbiñe