domingo, 6 de junio de 2010

Tito

Y ahora ¿qué escribo yo tito? Esto no vale, no estaba en los planes. No, no estaba. A pesar de que la cosa no iba como queríamos todos esto NO estaba en los planes. Porque esos ojos azules aún tenían mucho que ver y ese corazón mucho que sentir, aunque alguien se pueda creer lo contrario yo sé que ahí dentro tú seguías siendo tú. Esa persona que me montaba en el camión del butano --no muchos niños han podido subir en uno eh, creo que nunca he vuelto a ver un volante tan enorme--, esa persona que siempre me decía: ‘¿tienes frío? ¿pues métete en la cama de tu tío?’, esa persona que me preguntó una vez quién era la mujer del pollo…sí, sí, aún cuando recuerdo mi respuesta me pongo roja…, esa persona con la que iba “al México” todos y cada uno de los sábados de mi infancia, y a Baldomero, y a Casa Lucas, y a la Partida, y a Sacaba, y a ver a nuestro pato Federico. Esa persona que veía un coche y se volvía loco por conducirlo, esa persona que siempre tenía una sonrisa en la cara. Incluso en tu última tarde, yo te seguía viendo riendo, cuando tu luchabas por seguir un poquito más aquí. Nadie iba a poder contigo fácilmente. La mierda de la muerte, estoy hasta las narices de ella. En cuatro años me ha hecho ir a ese asqueroso sitio tres veces por gente muy muy cercana. Hoy, tras despedirte, he prometido que no volveré en, al menos, 10 años. Ojalá lo pueda cumplir.

Hay cosas que se escriben en caliente, como éstas, y a veces hay cosas que se dicen en caliente, como otras. Y hay cosas que, aunque se disimulen, duelen, y mucho. Como el que ya no estés fisicamente aquí, en nuestra mente siempre estarás. Como dice tita: "chatillo, te has ido sin ponerme la fábrica para inflar globos". Como dice mi madre: te has ido sin contarnos el chiste de la galleta entero.

Tengo tu foto en mi cabeza: en Salamanca, en Santiago, en Portugal, en Madrid...aquí. Te estoy viendo bailar en mi boda, me acordaré de ti siempre, y como ya lo hacía, cuando veo a uno diciendo: butaaaaaaaaaano. Tú tenías mucho 'arte'. Te quiero mucho tito, porque tú no eras, ni eres, un tío cualquiera. Cuídanos desde ahí arriba ¿vale? que falta nos hace... sobre todo a tita.